Carlos Castaneda, en Relatos de poder, nos habla de los "caminos del corazón", desvelándonos el secreto antídoto para que la soledad no sea desolación -como nos dice- y, así, liberarnos del drama de una existencia vacía y estéril: el Amor Incondicional a la Tierra es lo que verdaderamente nos permite enraizar íntima y profundamente.
"Solamente si uno ama a esta Tierra con pasión inflexible -nos dice Don Juan- , puede uno librarse de la tristeza. Un guerrero siempre está alegre, porque su amor es inalterable y su ser amado, la Tierra, lo abraza y le regala cosas inconcebibles... Sin un cariño constante por el ser que nos da asilo, la soledad es desolación."
(Con este pequeño apunte inspirador del gran maestro Don Juan de Castaneda, en recuerdo agradecido a todos aquellos que idolatré y con los devenires de la vida fueron cayendo de sus pedestales y de los que aprendí que "no todo vale" y de lo que aprehendí que el verdadero Amor es lo más importante, me despido de vosotros y de este año con ese cariño constante y deseando que el venidero sea bueno en verdad, muy, muy bueno para todos sin excepción y que se nos abran, a cada uno en el lugar, forma y momento oportunos, esos "caminos del corazón" para sanar de verdad y para que la humanidad llegue, lo más pronto posible o, mejor dicho, sin tardanza, a amar y a respetar a nuestra querida Madre Tierra; ésto es: vivir de la manera adecuada. Para Ella miles de gracias).