En el día de hoy, Día dedicado a la oración y a la reflexión en Sudáfrica en memoria de Nelson Mandela:
Nuestro mayor temor no es el de ser inadecuados: Nuestro mayor temor es el de ser desmedidamente poderosos. Lo que nos asusta es nuestra luz, no nuestra oscuridad. Nos preguntamos: "¿Quién soy yo para ser brillante, fabuloso?. Pero de hecho, ¿Quiénes somos para no serlo?. Eres un Hijo de Dios. Al mundo no le sirve que nos consideremos poca cosa. No sirve de nada encogernos y hacernos pequeños para que los demás se sientan seguros a nuestro alrededor. Todos estamos hechos para brillar, como niños. Hemos nacido para manifestar la Gloria de Dios que hay en nuestro interior. Esta gloria no existe solamente en algunos de nosotros; está presente en todos y cada uno de nosotros. Y en la medida que dejamos que nuestra propia luz brille, inconscientemente les otorgamos el permiso a los demás para que tengan lo mismo. En la medida en que nos liberamos de nuestros propios miedos, nuestra presencia libera automáticamente a los otros.
Este maravilloso texto llegó a mis santas manos en Madrid, a comienzos de este milenio, durante mi formación como Renacedora Profesional (método Rebirthing), de la mano del también grande, al que junto con Nelson Mandela, aprovecho hoy para rendirle homenaje: Adolfo Domínguez Sarasola. En Paz descansen.