Paz para Siria, Paz para el mundo, Paz para la Tierra.
Si yo fuera presidente,
los tanques serían casitas para que jugaran los niños.
Bolsitas de caramelos caerían desde el cielo.
Los morteros dispararían globos de colores.
Y en los campos crecerían las flores.
Todos los niños del mundo dormirían en paz,
sin el ruido de alertas y disparos.
Los refugiados volverían a sus hogares.
Y empezaríamos de nuevo.
(Poema de Roberto, un niño de 10 años nacido en Pula -Croacia-).