Una vez más, ante este brutal sinsentido en el que estamos inmersos sin comerlo ni beberlo la mayoría de nosotros, surgen y surgen preguntas.
¿Qué vidas salvaron? ¿Cuáles son los verdaderos intereses que se han venido preservando? ¿Por qué se ha hecho un indebido uso flagrante del "poder gubernamental"? ¿Cómo es que se pretende dar trabajo a ciudadanos "indocumentados" y también a "no titulados" mientras cierran empresas de años dejando a sus miles de trabajadores en la calle sin trabajo?...
No es cuestión de ser patriota ni de profesar ninguna ideología -prácticamente inexistentes en el plano, sobre todo, político actual; esto es, otra mentira-. No. Se trata de ser humano y compasivo. De tener dos dedos de frente y salvar a un país y a sus ciudadanos de la quiebra. ¿O es que precisamente es lo que han, presuntamente, pretendido provocar?...
No es paranoia puesto que, gracias a Dios y a mi enorme esfuerzo, tengo salud mental. Y aviso para navegantes: la pienso conservar.
Son simples preguntas.
Las preguntas que se haría una persona "normal", dentro de sus cabales. Las que se haría un niño o una persona joven en su proceso de aprendizaje. Las que se haría cualquiera al/a la que el buen desarrollo de la humanidad le preocupase.
Que gracias a que no me drogo en ninguno de los sentidos porque si no pensaría que esto que está sucediendo es todavía aún más flipante si cabe. Que no pueden ni deben morir matando. Que no se lo vamos a consentir. Que todo esto y aquello y... lo de más allá... nos está, a los intelectuales, al pueblo llano, a la gente buena en realidad, cansando, pero de verdad. Y esto va a ser mucho -que lo vayan sabiendo-, pero que mucho más, que una simple, sencilla -aunque nunca lo son en realidad- revuelta popular: es una revolución social.
Que se esté aprovechando esta coyuntura para, una vez más, intentar "legalizar" aberraciones como la pedofilia pasa más que de castaño oscuro. Pero ¿en qué mundo vivimos?... Ilegalizar a los que lo piden es lo que se debe hacer ya y de inmediato. ¿Cómo se han atrevido?... Y que no lo consigan. Que no consigan sus abyectos fines. Que no todo vale cuando el río está revuelto. Que existen límites y estos son sanos. Aquí y ahora los levantamos. Que no se atrevan a cruzarlos aquellos/as que quieran estar verdaderamente a salvo.
No es una amenaza sino un recordatorio desde lo científico puesto que es de siempre bien sabido que "toda acción provoca una reacción".
¿O es que se esperaba que siguiéramos "eternamente" dormidos?...
Protejamos a nuestros niños y jóvenes, también de estas depredadoras, depredadores. ¡Que se acaben ya todos los abusos y las causas de los mismos! Y el/la que no sepa controlar su sexualidad pues, sintiéndolo -aunque ya no tanto- que se trate o que se joda. Ya es que una tiene que hablar así de claro. Va siendo hora. Que a ver si acabamos con esta otra verdadera pandemia y establecemos el Respeto, también a nivel espiritual -que ese es otro bendito tema- además de sexual, como sistema.
(Que yo no le tengo miedo a nadie pero a mí, que sí me lo tengan).
Fdo.: Ana Manuela Gª Contreras.
Maestra.
Terminaré este escrito con tan sólo unas palabras antiguas :
"Hágase la luz".
"Y la luz se hizo".