Extracto de unos mensajes a un buen amigo:
Ahora es cuando he abierto la ventanita de la cocina -porque no la grande del salón, aunque está todo junto, ja, ja, ja!! para no constiparme, porque hace fresco- y también la del baño para ventilar este "hueco" -o espacio- mío en el que me encuentro. Antes...
las abría un poco antes pero amo escuchar el silencio, -porque algunas personas se están acostando "algo" después de lo "acostumbrado" y levantando más tarde, con esto del "confinamiento"-.
Y es curioso porque me ha venido una "reflexión" a la mente acerca de cuán diferente nos comportamos algunas personas con respecto a otras. Hay gente que esnifa coca, otros -como tú- que aspiran nicotina y, ¡angelica de mi! (no lo digo por hacer una crítica "negativa" -que nunca las hago- ni un juicio -y menos en estos momentos-, ni tampoco por "ir de víctima" -que ya sabes que no es mi "estilo"- sino por la inmensa compasión que estoy sintiendo en "estos días" para conmigo misma), me tenías que haber visto sacando la cabeza por esa ventanuqui para esnifar, aspirar, meter, introducir el aire fresco de la noche en mis pulmones y en mi cuerpito. Y tampoco en exceso -que en otras condiciones nunca lo sería- pero... lo digo porque el "patio interno" huele un poco a polvo, a descuidado y a viejo y tampoco quiero llenarme de "eso". En fin...
"reflexiones desde mi confinamiento".
Gracias por cada bocanada de aire limpio que aspiro, absorbo, anhelo, ansío... y respiro y gracias por cada átomo de oxígeno que entra en mis pulmones, en mi cuerpo, en mí, en mi vida, en mi cerebro. Gracias a la Vida por ello. Gracias a la Madre Naturaleza de la que Todo y Todos estamos hechos y que ya se va mereciendo el mayor de los Respetos, incluido el nuestro.
Ana
[13.04.20 02:24]