"Me hierve la sangre". Li-te-ral-men-te.
Esa hermosa y maravillosa sangre "azul" que tengo -como me decía mi santa madre, que en paz, amén, descanse- que por supuesto también es roja, roja sangre.
Y ruedan, un día más, otra tarde, lágrimas por mis mejillas... que no son ya de indignación, ante las "sorpresas" de las que últimamente me han querido obligar a ser "testiga".
Esa hermosa y maravillosa sangre "azul" que tengo -como me decía mi santa madre, que en paz, amén, descanse- que por supuesto también es roja, roja sangre.
Y ruedan, un día más, otra tarde, lágrimas por mis mejillas... que no son ya de indignación, ante las "sorpresas" de las que últimamente me han querido obligar a ser "testiga".
Y me niego...
me niego a ser un testigo sin más del ego, del miedo, de aquello que ni Dios quiere para el mundo ni yo tampoco ni ninguna otras persona que se califique de humana o ningún otro ciudadano que se considere honesto y cuerdo.
me niego a ser un testigo sin más del ego, del miedo, de aquello que ni Dios quiere para el mundo ni yo tampoco ni ninguna otras persona que se califique de humana o ningún otro ciudadano que se considere honesto y cuerdo.
Alzo mi voz y la palabra, cuyo don como nadie poseo, en esta pequeña ventana, abierta al mundo entero, al vasto universo, del que quizá algunos parece que se están olvidando -y hace ya bastante pero bastante tiempo- de algo sumamente importante y es que... no son los "dueños".
Me alegra no tener "redes sociales" y usar otros chats -muy pocos y puntuales-, distintos al WhatsApp, de los que alguien se atrevió a "reírse" en el pasado porque parecían denostados, algo cursis, como de la época de los dinosaurios. Pero ahora mira, por "el momento" no están... ¿censurados?...
Me alegra ser un "verso libre" e independiente, regida bajo las leyes de Dios y no bajo las de los hombres -y no es una cuestión esta ni tan siquiera de feminismo ni de pseudo-historias similares o no en las que, una vez más, no entro y me abstengo en cuanto a una pronunciación-. Y me alegra Ser desde hace tiempo y no ahora porque quizá esté "de moda" -¡qué fuerte!- con esto del "coronavirus". ¿Tan insensible se ha vuelto el "tendío"?¿Tan insensato y ciego?...
Claro, es que tengo que buscar, me veo impelida a ello por pura "urgencia de vida", y a encontrar "cosas" que me alegren la vida para no volverme como "los hombres de gris" que Momo tan bien conocía. Necesito y quiero alegrarme pues es mi particular "forma de vida", que me ha hecho seguir sobreviviendo en una sociedad tan sumamente hipócrita, necia y destructiva como la que estamos ahora viendo aflorar a través de las ranuras y fisuras que un pequeñísimo virus, milagro de vida también de la naturaleza, está provocando en el sistema.
Y pese a lo triste y profundo del asunto -no te olvides querido lector que te he dicho antes que lloro mientras escribo- también me alegro en un punto. Ese punto del camino que hace que mi fuego no explote ni desequilibre el agua de mis sentidos. Que hace que no me vuelva "loca" por una fracción de segundo sostenido y sea yo misma la que literalmente acabe en un decir amén con el mundo. Ese punto de luz maravilloso, que vive y titila en mi sagrado corazón con cada uno de sus latidos. Ese punto que quizá sea final que pongo, como buena profesora y aprendiz de nuestro idioma, en algunas personas y actuaciones que se están viendo ahora aflorar en nuestro mundo.
"Nuestro mundo". No sólo de ellos. De unos pocos. De unas élites que se llaman de "poder" -¡cuánta ignorancia necia, supina e indecente!-. No. Un "mundo" nuestro, como el pan de cada día nuestro, que la irresponsable e inepta irreverencia de algunos está haciendo peligrar en muchos hogares y no hogares en estos momentos.
Y clamo a los jueces y juezas del mundo. Y claro a la Justicia Eterna del Cielo. Clamo para que baje a la Tierra y arregle y sane todo esto porque... ¡no hay derecho! ¡no hay derecho! ¡no hay derecho! Y no lo digo porque lo esté sufriendo sólo en mis carnes. No. Porque YO sí SOY humana y por todo el mundo lo siento. No iba a cometer la estupidez ahora, y menos a estas alturas del cuento, de volverme una egoísta de mi... ércoles, como quizá -no digo que así sea- lo sean algunos y algunas de ellos. Por cierto, me pregunto... ¿acaso tienen hijos y nietos?... ¿Y es esta la mejor manera de quererlos?...
"Nuestro mundo". No sólo de ellos. De unos pocos. De unas élites que se llaman de "poder" -¡cuánta ignorancia necia, supina e indecente!-. No. Un "mundo" nuestro, como el pan de cada día nuestro, que la irresponsable e inepta irreverencia de algunos está haciendo peligrar en muchos hogares y no hogares en estos momentos.
Y clamo a los jueces y juezas del mundo. Y claro a la Justicia Eterna del Cielo. Clamo para que baje a la Tierra y arregle y sane todo esto porque... ¡no hay derecho! ¡no hay derecho! ¡no hay derecho! Y no lo digo porque lo esté sufriendo sólo en mis carnes. No. Porque YO sí SOY humana y por todo el mundo lo siento. No iba a cometer la estupidez ahora, y menos a estas alturas del cuento, de volverme una egoísta de mi... ércoles, como quizá -no digo que así sea- lo sean algunos y algunas de ellos. Por cierto, me pregunto... ¿acaso tienen hijos y nietos?... ¿Y es esta la mejor manera de quererlos?...
Como dice nuestro sabio "refranero" quizá haya llegado la hora de jugar todos o de romper la baraja y ¡que Dios reparta suerte! porque... estoy segura de que ya lo ha hecho y yo la tengo. Gracias a mis acciones correctas, a mi inmenso trabajo para ello y a mi servicio desinteresado la tengo. ¿Podrá decir lo mismo el resto del universo?...
Podría volverme también algo populista y decir "que Dios nos coja confesados" pero también me comprometí conmigo misma hace muchísimos años a no expandir ni una gota de "miedo". Por ello también "me hervía la sangre" cuando comencé a escribir hace un rato todo ésto. Para ir quemando en esa hoguera de puro amor y de fuego, todas aquellas vanidades que quisieron colarnos a los "mansos" aquellos que quizá estén tras los "títeres" de algunos gobiernos. O ¿también ya desaparecieron?...
Y es que, de todos es bien sabido -continuando con las enseñanzas de nuestro refranero- que "cuando el barco se hunde las ratas huyen".
¿Acaso no es cierto?...
Queridos lectores, no se asusten, el agua compensa al fuego.
Y una vez más, estas lágrimas mías apagaron ese conato de incendio. Tampoco es mi sana y sanadora intención "añadir más leña al fuego", que bastante tenemos...
Tengan esperanza y sonríanle al miedo para que sepa que ya no nos puede imponer ningún pretendido e inexistente reino. Que muchos han caído en el camino y lloramos y lo sentimos por ellos pero los y las que aquí seguimos, vivos y no muertos, tomaremos su relevo y haremos de este hermoso y buen país llamado España y, por qué no, ya de paso del mundo entero un lugar mejor a todas luces para que puedan vivir nuestros hijos y nietos.
Los comienzos no han sido ni están siendo fáciles pero...
aunque sea una frase hecha...
agárrense a su mensaje porque les aseguro que es cierto...
"ya vendrán tiempos mejores"...
Estoy segura. Tanto yo como otros muchos seres nos encargaremos de ello. Llegó la hora. La hora de los cambios. Del fin de una "era".
Del fin, para la Bondad, del sufrimiento.
Yo no soy nadie pero así aquí hoy lo siento y escribo; una humilde mujer, desde un "confinamiento" por responsabilidad "estricto", un "confinamiento" que...
nunca debería haber ocurrido.
Podría volverme también algo populista y decir "que Dios nos coja confesados" pero también me comprometí conmigo misma hace muchísimos años a no expandir ni una gota de "miedo". Por ello también "me hervía la sangre" cuando comencé a escribir hace un rato todo ésto. Para ir quemando en esa hoguera de puro amor y de fuego, todas aquellas vanidades que quisieron colarnos a los "mansos" aquellos que quizá estén tras los "títeres" de algunos gobiernos. O ¿también ya desaparecieron?...
Y es que, de todos es bien sabido -continuando con las enseñanzas de nuestro refranero- que "cuando el barco se hunde las ratas huyen".
¿Acaso no es cierto?...
Queridos lectores, no se asusten, el agua compensa al fuego.
Y una vez más, estas lágrimas mías apagaron ese conato de incendio. Tampoco es mi sana y sanadora intención "añadir más leña al fuego", que bastante tenemos...
Tengan esperanza y sonríanle al miedo para que sepa que ya no nos puede imponer ningún pretendido e inexistente reino. Que muchos han caído en el camino y lloramos y lo sentimos por ellos pero los y las que aquí seguimos, vivos y no muertos, tomaremos su relevo y haremos de este hermoso y buen país llamado España y, por qué no, ya de paso del mundo entero un lugar mejor a todas luces para que puedan vivir nuestros hijos y nietos.
Los comienzos no han sido ni están siendo fáciles pero...
aunque sea una frase hecha...
agárrense a su mensaje porque les aseguro que es cierto...
"ya vendrán tiempos mejores"...
Estoy segura. Tanto yo como otros muchos seres nos encargaremos de ello. Llegó la hora. La hora de los cambios. Del fin de una "era".
Del fin, para la Bondad, del sufrimiento.
Yo no soy nadie pero así aquí hoy lo siento y escribo; una humilde mujer, desde un "confinamiento" por responsabilidad "estricto", un "confinamiento" que...
nunca debería haber ocurrido.
Diario de a bordo. En el día 32 -sin salir ni en prácticamente un solo momento- de este "encierro".
Jamás se podrá decir -no como de otras y otros- que no estoy siendo, como responsable, un buen modelo. Y sin en teoría corresponderme ni cobrar nada por ello, nada más que lo que a bien Dios quiera darme en todo momento.
A ver si se van aplicando el cuento esas autodenominadas "élites" o dejando paso y el camino abierto a personas que verdaderamente quieren trabajar, de verdad y en serio, para que todo esto se sane y se resuelva -y no hablo sólo de este "virus" ni mucho menos- de la mejor manera posible para la Madre Tierra y para todo el Universo.
Jamás se podrá decir -no como de otras y otros- que no estoy siendo, como responsable, un buen modelo. Y sin en teoría corresponderme ni cobrar nada por ello, nada más que lo que a bien Dios quiera darme en todo momento.
A ver si se van aplicando el cuento esas autodenominadas "élites" o dejando paso y el camino abierto a personas que verdaderamente quieren trabajar, de verdad y en serio, para que todo esto se sane y se resuelva -y no hablo sólo de este "virus" ni mucho menos- de la mejor manera posible para la Madre Tierra y para todo el Universo.
¡Feliz tarde a todos!
Os quiero. (Y ya no hablando sola, aunque pudiera parecerlo).
Anna.
17.4.20
17.4.20
A la memoria de Anje y de Rosa Mª Wynn que, aunque no hayan fallecido este año por el CoVid, sí me he enterado de su partida durante este "confinamiento", y son seres que me ayudaron y siguen ayudando, a su manera, a sentirme bien conmigo misma y a ser feliz en esta Tierra y esto es algo que -y más hoy- verdaderamente sí agradezco.
También a la memoria del Coronel Otero -que también en paz descanse, amén-, "Premio Nacional de Derechos Humanos" -1988-, representante de militares comprometidos con la sociedad a la que han jurado servir y con los tiempos que corren.
Una vez más, independientemente de cualquier otra cuestión, y menos política, porque no es ahora lo importante ni de lo que se trata porque de lo que de verdad se trata es de lo que nos dice nuestra amiguita "hablando sola":