Canto así...
sin acertijos ni rumor
de enredaderas,
a plena luz del día
y también por las callejas,
sin solsticios encumbrados,
sin esquelas,
de la muerte liberada;
casi es primavera.
Esperando,
alegre más que alerta,
el sonido del arpa
que me trae aires de fiesta,
el gesto casi mudo
de la fragua inhiesta
que en la soledad compongo
palabras que son orquesta.
Canto así...
ahora también
para mí y para ella,
en estas horas
largas y serenas
donde todo parece que calla
y, en realidad,
todo comienza.
Lo bueno,
sólo lo bueno.
Amada Naturaleza.