Seguí las intrucciones.
Me abrió el Camino
y...
como la Oda sugiere...
viajé a mi destino.
Me amigué con todas ellas
me vacié de lo sufrido
al llenarme con sus luces
y regresar a mi cuerpo físico.
La luna me acunó
volviéndome dulce.
Me acompañó el sol
de regreso a la Tierra.
Vuelvo a casa con mis regalos
esperando...
que mi madre se ponga muy contenta
pues...
no se puede dejar ésto en manos de cualquiera,
no puedo dejar de compartir mis milagros
ya unida a la Madre Naturaleza.
Seguí las instrucciones.
Se me abrió la Puerta.
Como mujer.
A la Paz perfecta.
Anna Gª Contreras.